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Hay una crisis. Los jóvenes cristianos están abandonando vertiginosamente a las iglesias evangélicas para irse al mundo. Este bien conocido desastre ha sido, en años recientes, un significativo tema de discusión tanto para líderes de la iglesia como en los nuevos medios modernos. DIVIDIDA sigue al jóven cineasta cristiano Felipe Leclerc en una travesía reveladora en búsqueda de respuestas a la pregunta ¿qué ha llevado a su generación a distanciarse de la iglesia? Viajando por todo el país investigando y entrevistando otros jóvenes cristianos, expertos en el ministerio de jóvenes, evangelistas, estadistas, analistas sociales, y pastores, Felipe descubre las raíces sorprendentemente siniestras de los programas modernos que fragmentan a los miembros de la iglesia por edad, y encuentra pruebas, igualmente sorprendentes, de que el patrón Bíblico para entrenar a las generaciones futuras es opuesto a las prácticas de la iglesia moderna. Al mismo tiempo, descubre un creciente número de iglesias que están abandonando esta práctica de segregar por edad a la escuela dominical y el ministerio de jóvenes, optando por adoptar el modelo de discipulado que Dios establece en Su Palabra.

“Es hora de superar la fase de auto-negación.” – kevin swanson
“La iglesia a puesto a un lado la suficiencia de las Escrituras con respecto al discipulado de la próxima generación.” – scott brown
Divided

Maleza en la Iglesia

Casi todos los involucrados en el ministerio de jóvenes moderno están de acuerdo en que hay una crisis en la iglesia de hoy día. Los jóvenes están abandonando el cristianismo bíblico. Scott Brown sugiere que esta crisis tiene una causa identificable. Él sostiene que si bien las Escrituras contienen mandatos a discipular jóvenes, las premisas del ministerio de jóvenes moderno están en desacuerdo con las enseñanza bíblicas. Una Maleza en la Iglesia revela la historia, la naturaleza, el efecto, y la raíz de este ministerio de jóvenes sistemático que los separa por edades, y presenta la esperanza y las soluciones edificadas sobre el fundamento seguro de las Escrituras.

Estudio Bíblico Reunidos

Muchos hombres propagan ideas y discuten métodos para alcanzar a la próxima generación para Cristo, pero acaso no tiene la Palabra de Dios una voz en este asunto? Iglesias por todas partes se hacen a una pregunta crítica: “¿Cómo debemos alcanzar a la próxima generación con el evangelio?” El Estudio Bíblico Reunidos es un complemento a la película DIVIDIDA y al libro Maleza en la Iglesia. Es un estudio bíblico que nos reta a examinar la Biblia y dejar que ella nos hable de la forma en la cual hemos de discipular a nuestros jóvenes. En lugar de crear nuestros propios inventos e ideas de cómo salvar a nuestra juventud, tenemos que volver a la Palabra de Dios y el estudio de lo que ella dice sobre el tema del ministerio de jóvenes. La Palabra de Dios es suficiente, sus enseñanzas son aplicables al tema del ministerio de jóvenes y proporciona, tanto enseñanzas como ejemplos del modelo bíblico del ministerio de jóvenes. Aun más, promete recompensas por obedecer el modelo de Dios para discipular a las nuevas generaciones.

En Mateo 4:4, Jesús, en Su enfrentamiento con el diablo, dijo: “Escrito está: ‘No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.’”

¿Y usted? ¿Va a aceptar el reto — el reto Reunidos? ¿Va a volver a la Palabra de Dios y confiar en que es suficiente para instruirnos sobre cómo alcanzar a la próxima generación?

La Historia Detrás de DIVIDIDA

Background

El Trasfondo

Felipe Leclerc, un joven cineasta, se da cuenta de que los jóvenes de su generación están abandonando la fe y se lanza a la búsqueda de la verdad sobre el ministerio de jóvenes moderno, con esta pregunta en mente: “¿El problema está en la iglesia, en los niños, en los padres?”

   

Journey

La Travesía

Entrevistando a jóvenes, a expertos en el ministerio de jóvenes y a diversos pastores, y comprendiendo la historia del ministerio de jóvenes que los fragmenta de acuerdo a su edad, Leclerc descubre que el ministerio de jóvenes moderno no se fundamenta en la Palabra de Dios, sino en ideas de hombres. Como resultado, los ministerios de jóvenes están experimentando un éxodo masivo de jóvenes que abandonan la fe para irse al mundo.
  

Solution

La Solución

Conformarnos a las Escrituras y recibir la bendición de Dios son las claves para rescatar a la juventud. Las Escrituras ciertamente identifican la manera de alcanzar a la próxima generación con el evangelio: el discipulado bíblico. Durante su travesía, Leclerc hace preguntas y aborda los problemas, descubriendo que la Biblia es realmente suficiente para el ministerio de jóvenes: tanto en su contenido, como en su metodología.

Respuestas a Preguntas Comunes…

¿Qué tiene que ver el mensaje de DIVIDIDA con el evangelio? (Mostrar Respuesta)

DIVIDIDA fue realizada por la importancia de la predicación del evangelio. El video defiende la manera en que la Biblia manda a que el evangelio sea predicado a la generación más joven. El evangelio es el asunto central para todo en la vida. Es la más alta de las prioridades, pues es “el poder de Dios para salvación” (Romanos. 1:16). Sin la prioridad de predicar el evangelio, no hay conversión verdadera, no hay iglesia verdadera, y no hay verdadera santificación en ninguna área de nuestras vidas. La predicación del evangelio verdadero y la conversión genuina es el comienzo de toda transformación.

Con tan precioso tesoro que comunicar, ¿importa cómo comunicas el evangelio a la juventud? DIVIDIDA y Maleza en la Iglesia afirman que la Biblia claramente enseña maneras específicas de cómo comunicar el tesoro del evangelio a los jóvenes. Hay una metodología bíblica para la evangelización y el discipulado de los jóvenes. La Biblia no sólo habla de lo que contiene el mensaje, pero también de cómo el mensaje se debe transmitir. Nos debe importar mucho cómo luce esa metodología. Si no la tomamos en cuenta, o pensamos que tenemos una idea mejor, estamos actuando como no creyentes.

Lo mismo que produce un evangelio falso es lo mismo que produce la segregación por edad

Es un hecho bien conocido que la iglesia moderna esta plagada con falsos evangelios. El más visible es el de creer fácilmente, donde no hay arrepentimiento ni cambio de vida. Tenemos que entender que lo mismo que nos trae un evangelio falso es lo mismo que nos trae la segregación por edad. Mientras el mensaje del evangelio es de importancia primordial, los métodos que usas para comunicar el evangelio también son importantes. Terminas con un evangelio falso si no tomas en serio todo lo que Dios ha dicho sobre el evangelio. Si excluyes aun un detalle, pierdes el evangelio. Si excluyes el arrepentimiento, tienes un evangelio falso. Si excluyes la fe y la sustituyes con buenas obras, pierdes el evangelio. Si excluyes cualquier cosa, pierdes el evangelio. Lo mismo pasa al añadir; si añades cualquier cosa, tienes un evangelio falso. Si añades ciertos dones espirituales, la oración del pecador, o disciplinas espirituales, tienes un evangelio falso porque los pecadores sólo son redimidos por gracia, solamente por medio de la fe, y sólo por Cristo. Por igual, si excluyes elementos críticos que la Biblia explícitamente prescribió para discipular a la juventud, terminas con una metodología falsa. Hay muchos detalles dados en las escrituras de cómo debemos predicar el evangelio a esta generación. Si excluimos cualquiera de ellos, hemos puesto en peligro la comunicación del evangelio. Podemos tener el mensaje verdadero del evangelio, pero no lo estamos comunicando en la manera que Dios ha prescrito.

¿Importa si añades o restas a los métodos que la Biblia presenta sobre la comunicación del evangelio? Nosotros creemos que el hombre peca al añadir o restar a lo que la Biblia dice de cómo los jóvenes se reúnan, sean evangelizados e instruidos. Nuestro mensaje es que la Palabra de Dios es suficiente para la comunicación del evangelio a la próxima generación, porque contiene “todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad” (2 Pedro. 1:3). En mi libro Maleza en la Iglesia, escribo sobre las muchas maneras que Dios ha prescrito que se comunique el evangelio a la próxima generación. Es la sección más larga del libro. Honrando los detalles de la Palabra de Dios es lo que preserva el verdadero evangelio, y también nos muestra cómo preservar la manera correcta de transmitir el mensaje más importante que jamás podamos transmitir.

Para más información sobre el verdadero evangelio, haga clic aquí. (Idioma es inglés.)

¿Qué tan importante es el problema de la segregación por edad? (Mostrar Respuesta)

¿Cuan importante es el problema de la segregación por edad en la iglesia en asuntos de la doctrina (eclesiología) y práctica (evangelismo y discipulado)? ¿Está prescrito en la Biblia el método que usamos para alcanzar a la siguiente generación, o es una cuestión de preferencia? ¿Es esta simplemente una de muchas opciones legítimas a escoger entre los modelos de discipulado? ¿Dónde cae esto en la prioridad de emergencias?

Todas las crisis no son creadas iguales. Algunos problemas en las iglesias modernas son peores que otros. El problema más devastador que la iglesia puede enfrentar en cualquier era es la aberración del evangelio, y, por lo tanto, la iglesia siempre tiene que esforzarse para preservar y presentar el evangelio con claridad. Hay que oponerse a la aberración del evangelio de Cristo con una postura agresiva y con argumentos autoritarios, siguiendo el patrón del apóstol Pablo, quien dijo: “Pero si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anuncia un evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema.” (Galatas. 1:8). Pablo enfrentó este problema entre los creyentes en las iglesias de los Gálatas con pasión, claridad, y preocupación paternal: “¡Oh Gálatas insensatos! ¿Quién os fascinó?” y “Me temo de vosotros” (Galatas. 3:1; 4:11).

Aunque la crisis del sistema de segregación por edad no llega al mismo nivel de un evangelio falso, no obstante este libro afirma que es un error serio. No creemos que la segregación por edad como práctica fundamental sea una opción a la par de otros modelos viables de discipular a la próxima generación. Además, proponemos que es un síntoma del mismo problema que lleva a un evangelio falso: dejando a un lado los mandamientos de Dios por tradiciones de hombres (Marcos 7:8). Cuando los hombres abandonan el ancla de la completamente suficiente Palabra de Dios, el evangelio falso abunda y prácticas pragmáticas y mundanas aparecen en la iglesia. Cuando alguien predica un evangelio falso, es porque ha ignorado la verdad de las Escrituras. Y cuando la iglesia defiende métodos que no son bíblicos, también ha ignorado la verdad de las Escrituras. Cada vez que ignoramos las escrituras, exaltamos las tradiciones del hombre. – Tomado de Maleza en la Iglesia, 47-48.

¿Hay un mandamiento en la Biblia en contra del ministerio de jóvenes segregados por edad? (Mostrar Respuesta)

Si aceptamos la premisa de que estamos obligados solamente a obedecer la Palabra de Dios cuando hay un mandato inmediato, entonces estamos forzados a lidiar con otros problemas. Por ejemplo, no hay un mandamiento contra la poligamia, pero los Cristianos creen que la poligamia está mal por los patrones y mandamientos en las Escrituras que definen el matrimonio, no por un mandamiento directo en contra de la poligamia. Las apuestas y fumar mariguana no están condenados en la Biblia, sin embargo hay principios en las Escritura los cuales aclaran que esto es pecado. Tampoco hay mandamiento directo contra el canibalismo (aunque si hay principios y ejemplos contra ello), sin embargo es pecado participar en esta práctica.

Esta idea viene de asumir que si la Biblia no ha explícitamente prohibido algo, entonces es permitido. Es un grave problema hacer esto el estándar para determinar la voluntad de Dios. Esto niega la autoridad tanto de principios, como de mandamientos positivos, y patrones normativos establecidos en las Escrituras. También niega el principio de que la Biblia tiene algo que decir para todas las áreas de la vida y que es suficiente para equipar al hombre de Dios “para toda buena obra.” (2 Timoteo. 3:16-17).

Por lo tanto, no es necesario tener mandamientos negativos explícitos para demostrar que algo es contrario a la Palabra de Dios. Aunque no hay mandamientos inmediatos contra el sistema de segregación por edad, argumentamos contra ello porque no se ajustan apropiadamente a los principios y mandatos de las Escrituras referentes al discipulado de jóvenes, y va contra de los principales ejemplos de cómo el pueblo de Dios se reunía en su totalidad. – Tomado de Maleza en la Iglesia, 205-206.

Jesús fue enviado al templo para ser enseñado, ¿por qué no podemos enviar a nuestros hijos a ser enseñados por maestros piadosos con otros niños de su propia edad? (Mostrar Respuesta)

En Lucas 2:41-52, leemos sobre Jesús en el templo a los doce años de edad. Fue hallado “en el templo, sentado en medio de los doctores de la ley, oyéndoles y preguntándoles. Y todos los que le oían, se maravillaban de su inteligencia y de sus respuestas.” ¿Es esto un ambiente segregado por edad? La respuesta es claramente no. Había un niño con varios adultos. En este sentido, es exactamente lo opuesto de todos los ministerios de jóvenes segregados por edad en la iglesia de hoy en día. No había un currículo específico por edad, ni era un programa formal de la sinagoga local, y fue un evento temporario de tres días, tras el cual Jesús estaba “sujeto” a sus padres y no a un pastor de jóvenes.

En esta situación, Jesús estaba claramente en una misión. Él no estaba en el templo, como algunos sugieren, para ser catequizado por los maestros de allí. Jesús no fue a encontrarse con otros jóvenes y tener compañerismo con sus amigos. Es claro que Él fue al templo para ocuparse de los negocios de su Padre, no para atender clases de discipulado para jóvenes segregados por edad. Por lo tanto, esta historia no promueve el discipulado segregado por edad. – Tomado de Maleza en la Iglesia, 206-207.

¿Dirigió Jesús un ministerio de jóvenes? (Mostrar Respuesta)

Nosotros definitivamente debemos seguir el patrón de discipulado que Jesús utilizó. Sin embargo, mucha gente cree que Jesús era como un pastor de jóvenes moderno quien sacó a doce niños de sus casas y echó a un lado a sus padres. Expliquemos algunas verdades acerca del ministerio de Jesús. Primeramente, el ministerio de Jesús en la tierra duró un período de tres años. Segundo, Jesús tenía doce hombres quienes constantemente lo siguieron durante todo ese tiempo. Tercero, estos hombres vinieron de muchas diversas formas de vida. Cuarto, no sabemos si eran adolescentes, pero sí sabemos que Pedro era dueño de una casa (Mateo 8:14), que estaba casado y que tenía una suegra. Mateo también era dueño de una casa, (Marcos 2:15), la cual usaba como un lugar para el ministerio de Jesús, reuniendo allí a pecadores y a otros cobradores de impuestos, como lo era él. Otros eran pescadores. Quinto, no hay indicación alguna de que el patrón de Cristo para escoger a sus doce discípulos fue basado en su edad o estado de vida.

Al examinar los ejemplos bíblicos de entrenamiento, vemos que la manera de enseñanza por excelencia que Dios enseña en Su Palabra es la del discipulado, y Jesús con sus discípulos no fue una excepción. Jesús caminó día a día con sus discípulos durante tres años—entrenándolos, moldeándolos, enseñándoles de las cosas del reino de Dios. Los discípulos lo vieron expulsar a los cambiadores de dinero en el templo (Juan 2:17). Escucharon palabras de vida salir de sus agraciados labios (Mateo 5:1-2). Lo vieron obrar poderosamente (Marcos 4:41).

El ejemplo de Jesús con sus discípulos es uno de los ejemplos más vivos y detallados de un discipulado activo y bíblico en la Palabra de Dios. No era segregado por edad o un discipulado para edades específicas. Era el discipulado para pescadores de hombres. Pablo le siguió los pasos a Cristo y discipuló a Timoteo.

Ciertamente es bíblico que ancianos en la iglesia tengan jóvenes a quienes discipulan, pero el discipulado que tiene que ocurrir. Si tú como anciano te moldeas al patrón de Jesús, pues sigue el ejemplo de discipulado de Jesús. En 2 Timoteo 2:2, Pablo escribe, “Lo que has oído de mí ante muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros.” Jesús caminó con los doce discípulos y les encomendó su Palabra, y les mandó a enseñar esa Palabra a las naciones y a “hacer discípulos.” La Gran Comisión dice, “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí Yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén” (Mateo 28:19-20).

Jesús, el Hijo de Dios, no tenía un ministerio de jóvenes. Él era un discipulador que involucraba a una amplia variedad de personas de diferentes edades, estados de vida, géneros y clases sociales.

¿Y qué tal de aquellos que están abandonados por sus padres? ¿Madres solteras? ¿Padres que no están allí? (Mostrar Respuesta)

Las Escrituras enseñas que la iglesia, la familia, y el individuo tiene la responsabilidad de cuidar de los huérfanos y de las viudas. Sin embargo, cada uno no comparte la misma responsabilidad en este cuidado.

La iglesia está cuidadosamente construida para cuidar de aquellos que no tienen familia biológica. La familia de Dios provee familiares que a veces faltan en este mundo. Dios trae a los huérfanos a Su hogar, donde hay hermanos, hermanas, padres y madres espirituales: “Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de Dios, edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo, en quien todo el edificio, bien coordinado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor; en quien vosotros también sois juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu” (Efesios 2:19-22).

La iglesia a dedicado una oficina específica, el diaconado, para dedicarle tiempo al cuidado de las viudas: “En aquellos días, como crecía el número de los discípulos, hubo murmuración de los griegos contra los hebreos, que las viudas de aquellos eran desatendidas en la distribución diaria. Entonces los doce convocaron a la multitud de los discípulos, y dijeron: No es justo que nosotros dejemos la palabra de Dios para servir a las mesas. Buscad, pues, hermanos, de entre vosotros a siete hombres de buen testimonio, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, a quienes encarguemos de este trabajo. Nosotros persistiremos en la oración y en el ministerio de la Palabra.” (Hechos 6:1-4).

El punto directo de este pasaje es que es requerido cuidar de las viudas; no es un nuevo requerimiento para establecer programas o comités. Mientras que el cuidado de las viudas no era el único deber de los diáconos, es sorprendente notar las claras instrucciones y responsabilidades de este importante ministerio.

La familia también está supuesta de cuidar de los huérfanos y las viudas, pero en una manera más íntima que la iglesia. Primero, Moisés comunica un principio de que la familia debe proveer alguna clase de subsistencia a los huérfanos y a las viudas (Deuteronomio 24:19-21). Además, las familias deben ser dadas a la hospitalidad (Romanos. 12:13) y, por lo tanto, incluir en sus casas a los huérfanos y a las viudas. Esto expresa el corazón de Dios, pues Él mismo “hace habitar en familia a los desamparados” (Salmos 68:6). En vez de poner gente soltera con gente soltera, Dios pone gente soltera con familias. Ultimadamente, Dios provee este mismo cuidado y guía a jóvenes sin padres: “Aunque mi padre y mi madre me dejaran, con todo, Jehová me recogerá” (Salmos 27:10). Por lo tanto, en cierto sentido las familias cargan con parte de la responsabilidad de evangelizar y discipular a los hijos sin padres (Job 29:11-13; 31:16-17; 31:22). – Tomado de Maleza en la Iglesia, 172-174..

Si eliminamos el modelo de ministerio de jóvenes segregado por edad, ¿cómo llegaremos a una generación perdida de jóvenes? (Mostrar Respuesta)

Para considerar cómo podemos alcanzar a una generación perdida de jóvenes, es importante examinar nuestras presunciones. La presunción falsa que usualmente provoca esta pregunta es que el ministerio de jóvenes sistemático y segregado por edad, como lo describe este libro, es en verdad efectivo para alcanzar a la juventud perdida. La gente que mantiene esta presunción usualmente cree que hay dos maneras de atraer a una generación perdida: una manera efectiva, es decir, ministerio de jóvenes segregado por edad; y una manera inefectiva, a través de la obediencia de individuos y la ministración a familias e iglesias ordenadas bíblicamente. Esta presunción afirma, falsamente, que si la iglesia reúne a todas las generaciones juntas, no va a ser efectiva en alcanzar a la generación que se está levantando.

Es importante partir desde presunciones y prácticas bíblicas. El principio central que debemos abrazar es que siempre tendremos los mejores resultados alcanzando a los jóvenes cuando obedezcamos los mandamientos bíblicos y honremos los principio bíblicos explícitos. Si somos fieles en obedecer los mandamientos bíblicos, tanto en la iglesia como en el hogar, en vivir la gran comisión, y en dedicar nuestras vidas a ser “atalayas” (Ezequiel 33:6-7), estaremos viviendo un estilo de vida de fidelidad bíblica que será efectiva para alcanzar a la generación perdida. En este sentido, fidelidad para con la palabra de Dios es el verdadero éxito. Si podemos estar de acuerdo en este principio, entonces podemos pasar a debatir cuáles métodos son bíblicos y cuáles no.

¿Dónde Está Esta Generación Perdida?

Debemos ser cuidadosos de identificar precisamente dónde están estos jóvenes perdidos. Esta generación que no está evangelizada puede ser encontrada en dos lugares: dentro de la iglesia y fuera de la iglesia.

No debemos olvidar que muchos de los que pertenecen a las generaciones perdidas de hoy en día están en familias de la iglesia. Están perdidos en sus pecados y permanecen inconversos hasta que Dios los regenere, se arrepientan y crean en el evangelio.

Por otro lado, los jóvenes perdidos fuera de la iglesia pueden no tener padres cristianos. Talvez no tengan un papá que los esté criando en la “disciplina y amonestación del Señor” (Efesios 6:4), o que estén envueltos en ninguna iglesia. Están dispersos en las vecindades, apartamentos, lugares de trabajos, cafeterías y otros lugares. Las Escrituras nos muestran por lo menos cuatro maneras importantes a través de las cuales podemos atraer a una generación perdida.

Primero, tenemos que seguir el patrón ministerial de Cristo y los apóstoles, el cual es el mejor patrón a seguir para alcanzar a cualquier subgrupo. El Señor Jesús ministraba a la gente que iba pasando. Para alcanzar al perdido, tenemos que vivir como Cristo vivió y aprovechar las oportunidades que Dios nos da. Vemos el mismo patrón con los apóstoles. Ellos ministraban a la gente en las calles, en las sinagogas y de casa en casa. Dondequiera que estuviesen, ellos nunca se recataron de transmitir el mensaje del evangelio.

Segundo, debemos estar involucrados en cumplir la Gran Comisión. Esta es la responsabilidad de cada cristiano. En Mateo 28:18-20, Jesucristo encargó a los creyentes a “ir y hacer discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.” Los creyentes también son mandados a predicar el evangelio a todos los hombres, “a tiempo y fuera de tiempo” (2 Timoteo 4:2). Este ministerio personal es crítico para el discipulado de jóvenes.

Tercero, papás deben tomar responsabilidad de los que no tienen papá. Dios le dio la responsabilidad de cuidar huérfanos a padres. Necesitamos más hombres como Job quien se responsabilidó por una generación perdida. Los huérfanos estaban en su casa y en su mesa (Job 31:16-22). Santiago dice que esta es “religión pura y sin mácula” (Santiago 1:27). Ningún programa nuevo necesita ser creado para cuidar de los huérfanos. Dios ya nos ha dicho cómo alcanzarlos.

Cuarto, necesitamos tener hogares funcionando bíblicamente. Salmos 68:5-6 dice que Dios es “Padre de huérfanos y defensor de viudas. Dios hace habitar en familia a los desamparados.” Hogares abiertos pueden cumplir este propósito divino para con una generación perdida de hijos sin padres. Cuando una casa es usada para hospitalidad, aumentan las oportunidades para ministrar a una generación perdida. Dios, quien diseñó los recursos del hogar para el ministerio, ha llamado a Su pueblo a que usen esos recursos para Su gloria, no sólo para los santos, pero también para la generación perdida.

Estas maneras de alcanzar a los perdidos son todos resultados naturales de la obediencia y exponen a la generación perdida al amor de Jesús. Cuando ponemos a chicos en el grupo de jóvenes, les damos una visión distorcionada de la vida. Las Escrituras sugieren que si ponemos jóvenes con jóvenes sólo multiplicamos su necedad. Cuando segregamos a los jóvenes de las demás edades, les estamos dando compañeros, en vés de ponerlos con el resto del cuerpo de Cristo, que es lo que ellos necesitan. Iglesias con reuniones y relaciones ordenadas bíblicamente son mucho mejores alcanzando a una generación perdida que una alternativa que no refleja la estructura que Dios ordena.

¿Puedes imaginarte un subgrupo más inestable en el cual poner a los jóvenes que un grupo de compañeros? En contraste, ¿puedes imaginarte un grupo más estable y dador de vida que una iglesia que funciona bien?

Piensa el impacto que puede tener un hogar centrado en Dios en el cual el esposo y la esposa funcionan bíblicamente. Las relaciones allí representan el evangelio: los esposos amando a sus esposas como Cristo amó la Iglesia; las esposas sometiéndose a sus esposos como la Iglesia se sujeta a Cristo; y niños que aman genuinamente a Cristo, mostrando honor y obediencia a sus padres. Un hogar que está centrado en Dios es una fuerza poderosa para el evangelismo.

Dios sí nos ha dado un patrón para alcanzar a los jóvenes que no tienen padres. Es predicarles el evangelio cuando salimos a la comunidad, unirlos a familias individuales, conectarlos con diversas relaciones en el cuerpo de Cristo, y traerlos a las reuniones de la Iglesia. Para alcanzar a los perdidos efectivamente, debemos obedecer los mandatos escriturales para el evangelizmo personal, para la vida en la iglesia, y para la vida en la familia.

Para considerar cómo podemos alcanzar a una generación perdida de jóvenes, ¿tenemos que inventar algo extranjero a las Escrituras? Al contrario, debemos llegar a los perdidos y quebrantados en la misma manera que Jesús y sus apóstoles lo hicieron. Las Escrituras no sugieren que usemos un método sistemático, segregado por edad para alcanzar a los jóvenes perdidos, pero más bien un método integrado de traerlos al cuerpo de Cristo. – Tomado de Maleza en la Iglesia, 215-219.

Los aires acondicionados y los micrófonos tampoco están en la Biblia. (Mostrar Respuesta)

Hay quienes nos critican porque argumentamos que el ministerio de jóvenes no existe en la Biblia, y por lo tanto, no debe existir en la vida moderna de la iglesia; ellos nos dicen que este argumento es engañoso porque muchas cosas no están “en la Biblia” – aires acondicionados, computadoras, carros, ni aun películas (lo cual es el media usado para el video DIVIDIDA).

Considera tres cosas:

Primero, el argumento primario de la NCFIC y de la película DIVIDIDA no es que el ministerio de jóvenes no existe en la Biblia. Aunque sí observamos en la película que la manera moderna del ministerio sistemático de jóvenes segregados por edad no tiene precepto ni ejemplo para soportarlo ni en el Antiguo Testamento ni en el Nuevo, nosotros no apoyamos este argumento en este sólo hecho. Lo que es más importante – y éste es el punto central que queremos hacer – es que todos los mandamientos y ejemplos positivos en las Escrituras nos llaman a la adoración y al discipulado con toda la iglesia integrada, y resalta la responsabilidad de los padres de discipular a sus propios hijos.

Deuteronomio 4:2 nos manda a que no añadamos ni quitemos de las enseñanzas y los mandamientos de las Escrituras en este respecto. Hacer que la iglesia sostenga un ministerio de jóvenes segregados por edades añade a las instrucciones de Dios de cómo los jóvenes deben ser enseñados y entrenados, mientras que le resta a los mandamientos de Dios a los padres a que enseñen a sus propios hijos. (Deuteronomio 4:9; 6:7).

Segundo, nuestro tema es uno que está clara e irrefutablemente enseñado en las Escrituras acerca de cómo la juventud ha de ser educada. La Biblia es bien clara acerca de este asunto, y da toda una gama de enseñanzas, incluyendo quién, dónde, qué, por qué, y cuándo. Es la Biblia la que nos dice qué es lo central. Cuando separas a los jóvenes por edades, estás haciendo algo que va en contra de los patrones y mandamientos explícitamente revelados en las Escrituras.

La película DIVIDIDA está enfocada en la responsabilidad que tienen la iglesia y la familia de entender y seguir los métodos de discipulado ordenados por la Biblia. Decir que podemos dejar a un lado los métodos escriturales para emplear nuestros propios métodos, sólo porque en otras áreas de la vida de la iglesia hacemos cosas y usamos medios que no están especificados en las Escrituras, es simplemente una falacia genérica.

Tercero, los métodos y los medios que empleamos para discipular están en una clasificación diferente a la de los micrófonos y las computadoras. Los métodos para el discipulado están definidos y mandados en las Escrituras y son asuntos de orden bíblico explícito (por ejemplo, la voluntad revelada de Dios sobre la obediencia). Por el contrario, cosas como micrófonos, computadoras y películas son asuntos de tecnología (herramientas prácticas que podemos usar para llevar a cabo la Ley de Dios). Con respecto de la tecnología y otros aspectos prácticos de la iglesia (dónde nos reunimos, la duración de nuestras reuniones, el tipo de sillas que usamos, etc.), estos asuntos no están claramente deletreados en las Escrituras y por lo tanto son asuntos de libertad que están bajo las pautas bíblicas para la práctica de la libertad. Esto quiere decir que la Biblia debe ser consultada para ver si estos asuntos contradicen cualquier cosa que la Biblia mantiene.

Para resumir: Primero, nuestro argumento no parte del silencio. Segundo, nuestro argumento está enfocado en lo que claramente está dicho en las Escrituras. Tercero, aires acondicionados y micrófonos no están en la misma clasificación que los métodos de discipulado.

¿Estan diciendo que el ministerio de jóvenes ha provocado este éxodo masivo de los jóvenes? (Mostrar Respuesta)

No. Creemos que el éxodo masivo de los jóvenes es el resultado de la desobediencia. La apostasía siempre le sigue los pasos a la desobediencia. Hay una larga lista de cosas que nostros creemos que ha causado la crisis en los jóvenes, incluyendo la predicación de el evangelio falso, hogares fuera de orden, iglesias fuera de orden, padres hipócritas, una escasez de la fiel predicación de la Palabra de Dios en las iglesias, y la incredulidad. Todas estas cosas han contribuido al éxodo masivo de los jóvenes.

El punto central de la película DIVIDIDA es que podemos confiar en la Biblia para cómo aprender a discipular a nuestros jóvenes. Nuestro mensaje es que Dios ha hablado claramente acerca del discipulado de jóvenes, pero la iglesia moderna a puesto a un lado las Escrituras, ha dejado de hacer lo que la Biblia prescribe, y por el contrario, ha hecho algo extraño a las Escrituras y en realidad la contradice. La cultura de segregación por edad que ahora domina a la iglesia moderna es sólo uno de los muchos efectos de rechazar al Señor y la autoridad de Su Palabra. Es sólo un problema entre muchos. No obstante, creemos que es un problema crítico porque el evangelio no está siendo predicado a los jóvenes en la manera que Dios ha prescrito. Hemos abandonado Sus métodos y preferido los nuestros. Mientras que la única manera para la adoración, discipulado, celebración, e instrucción explícitas en la Biblia es en la familia o todos integrados en la iglesia, hemos escogido lo opuesto.

La Visión de DIVIDIDA

Familias Sanadas

Malaquías 4:5-6 dice, “He aquí, yo os envío al profeta Elías antes que venga el día del Señor, día grande y terrible. El hará volver el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres, no sea que venga yo y hiera la tierra con maldición.”

Deseamos ver a las familias sanadas, de modo que el corazón de los padres se vuelva hacia sus hijos y los corazones de los hijos que se vuelvan a sus padres. La única manera de que esto suceda es a través de tornar los corazones de los hombres hacia la Palabra de Dios. Jesús oró para que Sus seguidores fueran santificados en la verdad de Dios, que es la Palabra de Dios (Juan 17:17). No somos santificados a través de ninguna otra cosa, y esto nos invita a volver a la doctrina de la Reforma llamada Sola Scriptura (sólo las Escrituras). El reformador Juan Calvino escribió una vez: “Si la auténtica religión ha de brillar sobre nosotros, nuestro principio debe ser que es necesario comenzar con la enseñanza celestial, y que es imposible para cualquier hombre obtener aun la más mínima porción de una doctrina correcta y sólida sin ser un discípulo de las Escrituras” (Institutos 1.6.2).

Iglesias Reformadas

Las Escrituras tienen mucho que decir acerca del ministerio de jóvenes, por lo cual líderes en la iglesia deben estar muy atentos y de acuerdo con ella. Cada anciano, pastor, diácono, y miembro de la iglesia buscando entender cómo debemos alcanzar a nuestros hijos con el glorioso evangelio de Jesucristo debe partir desde la fuente de la verdad y tomar solamente de la Palabra de Dios.

Nuestro anhelo es ver a las iglesias reformadas. Esto resultará en el rescate de toda una generación, arrebatándola de entre los colmillos del león (1 Pedro 5:8). Por lo tanto, llamamos a las iglesias a cumplir con su parte, a los padres a discipular a sus hijos, a las iglesias a no usurpar la autoridad de la familia, a las familias a ser parte de la iglesia de una manera bíblica y no abandonarla, a los niños a honrar a sus padres—en última instancia, clamamos tanto a la iglesia como a la familia a volver a la Palabra de Dios en obediencia y a no añadir ni quitar de todo lo que ella dice.

Esta visión implica la reforma de la iglesia y de la familia, y no se puede lograr sin la poderosa obra de Dios. Oren por esta reforma y hagan el esfuerzo para llevarla a cabo. Santiago 2:17 dice: “Así también la fe, si no tiene obras, está completamente muerta.”